Software privativo en el trabajo

Hola Beformed.

En mi opinión, sigues estando igual de sometido, ya que tu trabajo forma parte de tu vida privada en cierta manera. Es cierto que la empresa está sometida a ello, pero en ella trabajan personas, las culaes tienen derechos humanos, y uno de ellos es la privacidad. Si dejamos que la empresa utilice software privativo y miramos para otro lado estamos haciendo un flaco favor a la empresa, a la sociedad y a nosotros mismos.

Cuando utilizas software no libre en el trabajo, puede reconocer quién eres, puede investigar sobre tus gustos, la forma en la que escribes, como te relacionas, con quién, etc... por lo que no debe ser tolerado por ningún trabajador. Para mí, un derecho fundamental en los derechos del trabajador debería ser el uso exclusivo de software libre.

Saludos.

En muchos trabajos, como es mi caso, los ordenadores no son personales, sino de la empresa y pueden ser compartidos por varias de las personas de la plantilla. Por otro lado, está el trabajo en red interna y la conexión de diferentes dispositivos a múltiples ordenadores.

Con ello quiero decir que la teoría está muy bien y hay que tratar de poner medios para que las cosas reviertan hacia el software libre, pero una empresa no va a cambiar todos los ordenadores, impresoras y redes wifi para que se puedan configurar con Trisquel, Parábola, etc... Aparte de obligar a todos los trabajadores y trabajadoras a dar un curso sobre GNU/linux si no todo el mundo lo comparte. La libertad de los demás también es importante.

Por mi parte ya he conseguido cambiar muchos programas privativos a software libre, como el Microsoft office a Libreoffice, ando tratando de eliminar el adobe y en la mayoría de los ordenadores no se usa Google como buscador. En mi ordenador habitual, que sólo usan otras compañeras cuando estoy de vacaciones, el navegador es k-meleon y tengo modificadas muchas características de Windows 10, especialmente las actualizaciones, que las he eliminado.

Lo suyo sería software libre, pero paso a paso.

Es una cuestión personal, depende de que estás dispuesto a sacrificar o de que puedes o no sacrificar, en una empresa tienen responsabilidades sociales tanto la patronal como los trabajadores, responsabilidades con la sociedad en general y con los clientes que reciben los productos o servicios en particular.
Por ejemplo: yo me dedico a la horticultura ¿usaría transgénicos, agrotóxicos o cualquier otro método o producto que afecte a el medio-ambiente o a quienes consuman las hortalizas por que me lo indique un jefe o patrón? No, no lo haría; tampoco hago trabajos informáticos con software privativo, me he negado a hacer webs en flash por ejemplo, me he negado a contratar servidores con windows y la lista sigue, eso si, mi economía es magra, estoy dispusto a sufrir ciertas consecuencias por mi actitud, en síntesis, admitir trabajar con software privativo es una irresponsabilidad social, lo mismo que conducir un camión que reparta Cocacola ¿hace falta explicar que tiene de malo una empresa como cocacola? :)
-No puedo dejar ese trabajo, tengo hijos- Esa es la gran jodienda, muchas veces por darles de comer a nuestros hijos les construimos un mundo peor.

Si, es la empresa la que pierde sus libertades, no tú. Los que se ofrecen para ser víctimas, son ellos. Tu solo estás empleado en algo, nada mas. No te sientas culpable.
Yo he trabajado en empresas de software privativo y los que han sido demandados han sido ellos, no yo. Jaja desde ahí he comprendido que cuando yo sea un inversor, desde el primer día, apostaré por el software libre porque una migración es costosa.
Lo que puedes pedir es que no usen tu nombre o apellido real en tu usuario de los sistemas que usen, propone un alias, ejemplo Beformed como el que usas aquí. Diles que es por tu privacidad en sistemas no libres, seguro lo aceptarán.

Lo que no aceptaría nunca, es desarrollar software privativo para otros.

Sds

Yo no sé en las empresas que vosotros trabajáis, pero en la que yo trabajo ya te puedes ir olvidando de usar cualquier cosa, privativa o libre, que no sea lo que ellos disponen en los PC's.

En todos los PC's está Windows instalado y muchos programas, privativos todos ellos, trabajan con acceso a archivos de Excel.
En mi caso en particular es materialmente imposible cambiar eso.

Por otro lado tengo que decir que, para nada, me siento esclavo trabajando de esa manera. Mi concepto de la esclavitud es bien diferente.

Saludos, Juan.

Hola a todos,

Es fácil ceñirse al uso de software libre en el ámbito privado y para tareas sencillas. Pero cuando nos metemos en el ámbito profesional, máxime cuando somos trabajadores por cuenta ajena, la cosa cambia.

Para tareas sencillas resultaría fácil implantar software libre en la empresa. No habría problema para comunicarse por correo electrónico, componer algún documento sencillo, hacer una presentación o una hoja de cálculo, por ejemplo.

Aquí tendríamos un perfil de empresa que aceptaría el uso del software libre, sin mayores compromisos.

En cambio, para tareas más complejas, nos encontramos limitaciones a la hora de usar software libre.

Nos podemos encontrar casos en los que las alternativas libres son tan buenas o más que las privativas. Aquí tendríamos que hacer, una vez más, un ejercicio de concienciación.

También nos podemos encontrar con alternativas libres que necesitan desarrollo para mantener el nivel de productividad y calidad que ofrece el software privativo. En este caso, tanto el trabajador como la empresa deben reconocer el problema y saber que el compromiso con la filosofía del software libre no se limita al uso, sino que también es necesario participar en el desarrollo, proponiendo mejoras. Sería posible, por ejemplo, usar software libre en proyectos más sencillos e ir aportando mejoras que paulatinamente permitan el desarrollo de proyectos más complejos.

Aquí aparece la figura de la empresa comprometida con el software libre.

En el peor de los casos nos encontramos con software privativo sin alternativas libres o con unas pocas alternativas que están en pañales. En áreas técnicas estás limitado por los fabricantes. En industria, por ejemplo, te encuentras máquinas que solo se pueden programar con software privativo corriendo en un sistema operativo también privativo. En algunos casos, cada modelo que se lanza al mercado requiere de la compra de nuevas licencias de software. Existen oligopolios que, por ahora, se oponen al uso de software libre.

Para solucionar este último supuesto, podemos presionar a los fabricantes a que nos ofrezcan hardware y software libre en sus máquinas (si encuentran la manera de hacerlo o les da la gana) o ponernos a hacer ingeniería inversa y desarrollar nuestras soluciones libres.

Cabe mencionar, ya que he hablado de programar máquinas, que muchos programadores no comparten el código con sus clientes o, si lo hacen, programan de la manera menos sencilla, deliberadamente, para dificultar la interpretación del código. Aquí tenemos otro pedazo de software al que no conseguimos meterle mano, cuando queremos, por ejemplo, localizar averías.

En lo que se refiere a soluciones técnicas sencillas están apareciendo soluciones libres y algunas multinacionales ya están poniéndose las pilas, haciendo compatibles sus sistemas. Espero que esto signifique que el futuro nos va a traer grandes avances del hardware y software libres, que acabarán imponiéndose también en sectores de alta especialización.

Aquí aparecería una tipología de empresa diferente: la que desarrolla hardware y software libre, enfrentándose a los roles impuestos.

Por suerte hay trabajadores que proponen los cambios necesarios o toman personalmente la iniciativa para que cada vez existan más empresas con los perfiles de los que he hablado.